Manuel Carlos Valls Galfetti, mejor Golfetti

Este político de nacimiento catalán, después de ser casi todo en Francia, para él con estrépito fracaso, vino a hacer las américas a Cataluña, exactamente a Barcelona, su ciudad de nacimiento, queriendo después de su fracaso en Francia, ser conquistador de España.
Llega a España, y como siempre se busca a un tonto que engañar, y el bueno de Manolo lo encontró en un partido joven, dirigido por un veleta, enganchándose a Ciudadanos, momento en el que todos creen que se van a comer el mundo.
Él, como franco-catalán, pide ir en la lista catalana del partido. sustituyendo a la asustada Arrimadas, que en cuatro años controlando el partido en Cataluña, no ha dado un signo de presencia, únicamente hablar y parlotear.
Al bueno y gran político Golfetti le destinan a conquistar la alcaldía de Barcelona, consiguiendo un fracaso de órdago a la mayor.
Ante tal fracaso, se ve obligado a que su nombre aparezca en los papeles, y decide huir de la Arrimadas y acercarse a la Colau, lo que le sienta como una patada a don Alberto, y decide que se vaya del partido, volviendo el bueno de Vall a sus orígenes socialistas.  A partir de la toma de esta decisión, el frances comienza una actividad desbocada, de dar mandobles a diestra y siniestra. El tío parece enloquecido.
De tantos golpes recibidos, el Albertito cambia de chavala, buscando un rumbo nuevo para su partido.
Estos tres personajes mencionadas, podrían ser motivo de buen guión, para una moderna ópera bufa.
Atentamente. Víctor Arce Blanchard. Orgulloso de ser español, aunque de apellidos franceses.