Groseros-Patanes-Podemos.

En España cuando alguien comete un acto insultante para una persona, o para la sociedad, se suele comentar: «su acción caerá sobre su conciencia».
En el caso del 99% de los irresponsables de Podemos, esto es imposible. Pues para que, esto suceda, lo primero que se tiene que tener es conciencia, y esta, en ese grupúsculo: brilla por su ausencia.
Consideremos supuestamente al tratarse de un político del PP:
1º.- El grave acto que se le atribuye a doña Rita Barberá, es aportar al partido 1000 euros, para la campaña electoral, que el partido le había entregado previamente en dos billetes de 500 euros.
Todo ello se sabe por una conversación de una exconcejal, que mantiene con su hijo un día después de la existencia de  escuchas telefónicas, que a mi me parece cursi e interesada, y precisamente se apellida Alcón, como el ave carroñera, pero sin H.
2º.- A esta conversación se le da toda la  credibilidad de acto de fe, sin pensar, y yo lo creo  así, que supuestamente, se trata de algo interesado por parte del halcón y de su hijo.
3º.- Los Tribunales Justicieros, la imputan o la declaran investigada. Son muy rectos, exhaustivos y diligentes, los jueces españoles.
4º.- Una vez bajo las garras del halcón judicial, es imparable el vocerío que se articula a su alrededor.
5º.- El partido se ve forzado a pedirle, que lo mejor para todos, es darse de baja en su militancia.
6º.- El tropelio de parlanchines tertulianos, que callan como muertos las corrupciones de sus correligionarios, airean las de sus opuestos ideológicamente. Hay una gran cantidad de este tipo de gente.
7º.- Dos petulantes que me maravillan son el barbudo don Ricardo Martín «el parlanchín» y el don Carmelo Encinas «el bello». Son los clásicos formadores de opinión de una dictadura bananera.
8º.- Perdón, me estoy pareciendo a ellos.
9º.- En realidad quería hablar de la muerte de doña Rita Barberá, y he soltado un rollo propio de Martín y de Carmelo.
10º.- Lo dejo, menudo paquete. No he dicho nada de fuste pero todo es un embuste.
Atentamente. Víctor Arce Blanchard. Orgulloso de ser español.
Creo que nadie será capaz de leerlo.