Dimisión.

El Diccionario de la Lengua Española lo define: Renuncia, abandono de un empleo o de una comisión. Esta última palabra, es la clave del porque en España, por mentir, dimiten pocos políticos. Nadie renuncia a la comisión.
Algo que en el resto del mundo civilizado, es tenido como una decisión honrosa, nuestros político desconocen su uso, salvo excepciones, que se pueden contar con los dedos de una mano.
En la España actual, por poner un ejemplo, ni Nixon, ni Gutenberg, hubiesen dimitido.
Tenemos el caso de los ERE de Andalucía, en el que están implicados altos funcionarios de la Junta, y sus presidentes, se hacen los orejas con la disculpa de que ellos no sabían nada. Caballeros que Vds. son los responsables , y dado el calibre del asunto, tienen que dimitir si lo sabían, y también, si no lo sabían, precisamente por no saberlo. Para que están al frente del gobierno andaluz, si no se enteran. Por conocimiento o por desconocimiento, tienen que dimitir. Agravado al mentir en los Parlamentos.
Por las mismas razones, tiene que dimitir Dº. Alfredo Pérez, con el caso faisán. Queriendo mentir al Parlamento.
En lo sucedido en el caso de la titulación de una consejera del Gobierno Catalán, quien tiene que dimitir es ella y sino obligarla su presidente, y en el caso que no se cumpla, los dos. Puede que al ser catalana, piensa que mentir, se refiere a las manchas blancas de las uñas.
Muy sucintamente, hay que distinguir entre la mentira en la vida privada y en la vida pública. En la primera seras responsable ante la ley y ante tu jefe privado. En el segundo caso, eres responsable ante el pueblo y tu partido.
Atentamente. Víctor Arce Blanchard. Yo dimití.